Ono no Komachi (825 - 900)

Suzuki Harunobu  1725-1770
The Poetess Ono no Komachi,
Il colore dei fiori
è già svanito
ed io invecchio
persa in pensieri vuoti
mentre la pioggia cade senza fine.

El color de las flores
se va desvaneciendo:
así pasa mi vida, vanamente,
envuelta en tristes pensamientos
viendo caer las largas lluvias.


Ero assorta in pensieri d'amore
quando chiusi gli occhi
Lui comparve.
Se avessi saputo che era un sogno
non mi sarei svegliata


En tormentoso ensueño
de amor le ví a mi lado.
De haber sabido que era
sólo un sueño, yo nunca
me hubiera despertado.

Ono no Komachi   -  Ono no 


4 commenti:

  1. Elogio de los sueños

    En el sueño
    pinto como Vermeer van Delf.
    Hablo el griego con soltura
    y no sólo con los que están vivos.
    Conduzco el coche,
    que me obedece.
    Tengo talento
    escribo grandes poemas.
    Escucho voces
    casi como los graves santos.
    Se asombrarían
    lo bien que toco el piano.
    Vuelo, tal como debería hacerse,
    es decir, por mí misma.
    Cayendo del techo
    sé caer suavemente en lo verde.
    No me resulta difícil
    respirar bajo el agua.
    No me quejo;
    logré descubrir la Atlántida.
    Me alegra poder despertarme
    siempre antes de la muerte.
    Apenas estalla la guerra
    me doy vuelta al otro lado.
    Soy, aunque no lo necesito,
    hija de la época.
    Hace un par de años
    ví dos soles.
    Y antes de ayer un pingüino
    totalmente nítido. WS

    RispondiElimina
  2. In sogno
    dipingo come Vermeer.
    Parlo correntemente il greco
    e non solo con vivi.
    Guido l'automobile,
    che mi obbedisce.
    Ho talento,
    scrivo grandi poemi.
    Odo voci
    non peggio di santi autorevoli.
    Sareste sbalorditi
    dal mio virtuosismo al pianoforte.
    Volo come si deve,
    ossia con le mie forze.
    Cadendo da un tetto
    so planare dolcemente sul verde.
    Non ho difficoltà
    a respirare sott'acqua.
    Non mi lamento;
    sono riuscita a scoprire Atlantide.
    Mi rallegro di sapermi sempre svegliare
    prima di morire.
    Non appena scoppia una guerra
    mi giro sul fianco preferito.
    Sono, ma non devo
    esserlo, una figlia del secolo.
    Qualche anno fa
    ho visto due soli.
    E l'altro ieri un pinguino
    con assoluta chiarezza. WS

    RispondiElimina
  3. Estoy demasiado cerca para que él sueñe conmigo.
    No vuelo sobre él, de él no huyo
    Entre las raíces arbóreas. Estoy demasiado cerca.
    No es mi voz el canto del pez en la red.
    Ni de mi dedo rueda el anillo.
    Estoy demasiado cerca. La gran casa arde
    Sin mí gritando socorro. Demasiado cerca
    para que taña la campana en mi cabello.
    Estoy demasiado cerca para que pueda entrar como un huésped
    que abriera las paredes a su paso.
    Ya jamás volveré a morir tan levemente,
    tan fuera del cuerpo, tan inconsciente,
    como antaño en su sueño. Estoy demasiado cerca,
    demasiado cerca. Oigo el silbido
    y veo la escama reluciente de esta palabra,
    petrificada en abrazo. Él duerme,
    en este momento, más al alcance de la cajera de un circo
    ambulante con un solo león, vista una vez en la vida,
    que de mí que estoy a su lado.
    Ahora, para ella crece en él el valle
    de hojas rojas cerrado por una montaña nevada
    en el aire azul. Estoy demasiado cerca,
    para caer del cielo. Mi grito
    sólo podría despertarle. Pobre,
    limitada a mi propia figura,
    mas he sido abedul, he sido lagarto,
    y salía de tiempos y damascos
    mudando los colores de mi piel. Y tenía
    el don de desaparecer de sus ojos asombrados,
    lo cual es la riqueza de las riquezas. Estoy demasiado cerca,
    demasiado cerca para que él sueñe conmigo.
    Saco mi brazo que está debajo de su cabeza dormida,
    Mi brazo dormido, lleno de agujas imaginarias.
    En la punta de cada una de ellas, para su recuento,
    Se han sentado ángeles caídos.WS

    RispondiElimina
  4. Gli sono troppo vicina perché mi sogni.
    Non volo su di lui, non fuggo da lui
    sotto le radici degli alberi. Troppo vicina.
    Non con la mia voce canta il pesce nella rete.
    Non dal mio dito rotola l'anello.
    Sono troppo vicina. La grande casa brucia
    senza che io chiami aiuto. Troppo vicina
    perché la campana suoni sul mio capello.
    Troppo vicina per entrare come un ospite
    dinanzi a cui si scostano i muri.
    Mai più morirò così leggera,
    così fuori dal corpo, così ignara,
    come un tempo nel suo sogno. Troppo,
    troppo vicina. Sento il sibilo
    e vedo la squama lucente di questa parola,
    immobile nell'abbraccio. Lui dorme,
    più accessibile ora alla cassiera d'un circo
    con un leone, vista una sola volta,
    che non a me distesa al suo fianco.
    Per lei ora cresce in lui la valle
    con foglie rossicce, chiusa da un monte innevato
    nell'aria azzurra. Io sono troppo vicina
    per cadergli dal cielo. Il mio grido
    potrebbe solo svegliarlo. Povera,
    limitata alla propria forma,
    ed ero betulla, ed ero lucertola,
    e uscivo dal passato e dal broccato
    cangiando colori delle pelli. E possedevo
    il dono di sparire agli occhi stupiti,
    ricchezza delle ricchezze. Vicina,
    sono troppo vicina perché mi sogni.
    Tolgo il braccio da sotto la sua testa,
    intorpidito, uno sciame di spilli.
    Sulla capocchia d'ognuno, da contare,
    sono seduti angeli caduti.WS

    RispondiElimina